LA CIUDAD DE LOS PIANOS

LA CIUDAD DE LOS PIANOS

Existe un lugar donde florecen teclas de piano,
cerca de un río de marfil traslúcido,
una ciudad de sonidos sembrados
de notas fértiles y virtuosos músicos

Durante el día los balcones sacuden

 estrepitosas notas empolvadas

percudidos por el aroma de sonidos

 de partituras rugosas y polvosos pentagramas

En el crepúsculo de vida del pequeño poblado

 fluyen los acordes de luna tierna de atardeceres

desde la soledad nocturna rota en silencio

hasta las lámparas caídas de los amaneceres

 Y aunque la ciudad pareciera plenamente desierta

emanan armonías  por el adoquín ondulado

por las calles socavadas y las cortas banquetas

por las puertas abiertas y el cielo soleado

Fabulosas piezas se agudizan

por el cielo de luz alumbrado

y el blancor de las gardenias se volatiza

como perfume armoniosamente derramado

 

Son pianos con voces de callados sonidos,

acariciadas por delicadas manos cristalinas

que pintan lienzos de poemas sinfónicos

manos de mariposas que escriben poesía

  

Romanzas etéreas, fulgores perdidos

 Bajo el sol obstinado de oro fungido

resonancias perpetuas de pianos vivos 

sobre la noche libre de silencioso trino

 Desde el otoño invisible hasta el eterno verano

brotan melodías suaves desde hace años,

muy cerca de un río de marfil traslúcido

está mi ciudad, ¡La ciudad de los pianos!